Nota de prensa
Ser ecléctico en los planteamientos visuales resulta una tarea compleja. Continuamente estamos condicionados por todas las influencias visuales que nos rodean y desmarcarse de las tendencias o modas hoy en día resulta una tarea imposible. Las visiones más renovadas son las encargadas de impulsar el imparable motor de la creación plástica avanzando siempre sobre nuevos planteamientos.
Para una galería probablemente con un perfil como el nuestro, uno de las planteamientos que más nos motivan es el de poder promocionar a nuevos artistas, dando cabida a sus nuevas propuestas.
Cuando hace algunos meses Paco Lara-Barranco me propuso esta experiencia con los alumnos de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y más concretamente con los alumnos del Máster universitario en Arte: idea y producción, me sentí entusiasmado. Varios meses después, como fruto del trabajo de los alumnos de manera conjunta con sus profesores, hoy podemos disfrutar de esta exposición CMYK, un trabajo en el que sin duda hay que reconocer el esfuerzo realizado.
La incorporación de las nuevas tecnologías al arte y al arte digital ”...juegos de ordenador, las cámaras de seguridad, la telefonía inalámbrica, los miniordenadores portátiles y los sistemas de navegación GPS...” (1) nos lleva preguntarnos si estamos ante un nuevo soporte, una nueva técnica o un nuevo lenguaje. No cabe duda que la revolución en los últimos años ha sido total y que gran parte de la información que nos llega a la retina es RGB. La pantalla nos ha alejado de la experiencia corpórea, el olor, la textura, que se han visto anuladas a cambio de la inmediatez y facilidad de difusión y reproducción de los medios digitales, que aun ha crecido en su auge en estos últimos años de crisis. CMYK es un canto a la experiencia física del color a la impresión y la reproducción industrial y por lo tanto a la vuelta al soporte físico. ¿Qué nos queda en el arte si perdemos la emoción que produce la experiencia?
CMYK nos hace reflexionar sobre el distanciamiento con la propia pintura en el arte contemporáneo. La sustancialidad del pigmento y el aglutinante del que la pintura tradicional se ha servido. El artista tradicional aprovechaba el propio material plástico para crear, el color como materia. CMYK como concepto implica la limpieza, el color por el color, el color como concepto, más allá de la propia materia el color reproducible. En esta ocasión los cuatro artistas a través de sus juegos geométricos y sus trampantojos nos invitan a reflexionar sobre el color soportado, sobre su experiencia física y sobre la pintura como objeto más allá de la pintura.
Tan solo desearles que disfruten de esta exposición.
TRIBE, Mark: Arte y nuevas tecnologías, Colonia: Taschen, 2006, p.7.
Gustavo Domínguez